Mi suegra me contó el secreto de por qué echaba sal por el váter y el fregadero. Después de eso, compré un “salvador blanco” para el futuro.
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La crítica a la sal se ha hecho muy popular últimamente. En todas partes la gente se niega a utilizar este producto, llamándolo simplemente “muerte blanca”. Sin embargo, a pesar de todos sus defectos, la sal tiene muchas propiedades realmente únicas, que la hacen indispensable no sólo en la cocina, sino también en la vida cotidiana.
Por ejemplo, puedes utilizar la sal para eliminar las manchas de la ropa. Para ello, basta con añadir un poco de sal al detergente.
La sal también puede ayudar a eliminar la suciedad persistente en las ventanas. Basta con mezclar tres cucharadas de sal en tres litros de agua tibia para convertirlo en un detergente.
Y, por supuesto, la sal es una bendición para las tuberías obstruidas. No importa si es el fregadero o el inodoro. Sólo hay que echar un poco de sal en el agujero y luego verter agua hirviendo sobre todo el conjunto.