Dedica sólo media hora al día y notarás cómo mejoran tu precisión y tu coordinación.
Una habilidad motriz es cualquier movimiento que hagas. Ya sea hacer footing, limpiar o escribir en un teclado. La mayoría de las veces, la gente ni siquiera piensa en cómo se realiza la acción, pero su éxito depende de la precisión y la coordinación de cada movimiento, incluso del más pequeño. Por eso hay que desarrollar las habilidades motrices.
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¿Por qué desarrollar la motricidad?
Hablemos más concretamente de los beneficios de desarrollar esta habilidad. El efecto más notable y práctico de las clases es la capacidad de enfrentarse con más facilidad a las tareas cotidianas, especialmente las que requieren precisión. Con el tiempo, tu nivel de concentración será mayor y te distraerás menos.
Al hacer ejercicio, fortalecerás los músculos y las articulaciones, lo que reducirá el riesgo de lesiones y dolores. También mejorarás la condición general de tu cuerpo, la coordinación y la flexibilidad.
Tipos de habilidades motrices
Antes de empezar a entrenar, hay que conocer los distintos tipos de habilidades motrices. El primer tipo incluye aquellos movimientos que requieren la participación de todo el organismo, grandes grupos musculares, normalmente asociados con el movimiento del cuerpo en el espacio. Este tipo de habilidades motoras se denominan «grandes».
El segundo tipo se denomina «motricidad fina». Es fácil adivinar que se asocia a movimientos más precisos, cuya amplitud puede parecer insignificante. En este caso, hablamos de los movimientos de los pequeños músculos de las manos y su interacción con la visión.
¿Cómo entrenar la motricidad gruesa?
Juegos sobre tablas de equilibrio o cojines. En este caso, se entrenan la coordinación y el equilibrio. Es necesario caminar sobre una superficie inestable, se pueden hacer movimientos en línea recta o cambiar de dirección.
Ejercicios con una cuerda para saltar. Desarrollan simultáneamente la resistencia y la coordinación. Saltar a la cuerda, complicando gradualmente la tarea. Por ejemplo, puede empezar a saltar de lado a lado o intentar realizar un salto con una doble vuelta de cuerda. Si aún le resulta difícil realizar estos ejercicios, estire la cuerda en el suelo y salte sobre ella sobre uno o dos pies.
Juegos con pelota. Aquí se necesita un espacio libre de objetos frágiles, y un objetivo, ya que se puede utilizar pegatinas en la pared o cestas. La tarea principal es golpear, y desde diferentes distancias y ángulos. También puedes practicar deportes como fútbol, baloncesto, bolos o voleibol.