Le indicamos cuándo está justificado su uso.
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Cómo surgieron las bebidas deportivas?
La historia de las bebidas deportivas comenzó en el verano de 1965. Fue entonces cuando un entrenador asistente de fútbol americano de la Universidad de Florida pidió a un equipo de médicos universitarios dirigido por el Dr. Robert Cade que determinara los efectos del calor en el cuerpo humano.
Se realizaron varios estudios y los médicos descubrieron que los jugadores del equipo no reponían adecuadamente la cantidad de líquidos, electrolitos y carbohidratos que perdían durante los entrenamientos y la competición.
Los científicos utilizaron estos hallazgos para desarrollar una bebida de carbohidratos y electrolitos llamada Gatorade. Y al cabo de un año, los jugadores pudieron ganar la Orange Bowl. Otras universidades, con la esperanza de obtener resultados similares, pronto empezaron a encargar lotes del producto. Así nació la industria de las bebidas deportivas.
¿Qué son?
La mayoría de las bebidas deportivas comerciales contienen 50-80 kcal y aproximadamente 14-17 g de hidratos de carbono por 220 ml. Esto corresponde a una solución de hidratos de carbono del 6-8{0a3ef2ec5971b91687e599f4136cbab7406151479c3fb8e9cd194abb6479927c}, que favorece el vaciado gástrico máximo, mejora la absorción de líquidos por los intestinos y proporciona energía a los músculos que trabajan.
La concentración de electrolitos en las bebidas deportivas puede variar en función del fabricante. El sodio y el potasio se añaden en pequeñas cantidades para compensar las pérdidas por sudoración, conservar el líquido en las células musculares y, en combinación con los hidratos de carbono, mejorar el sabor del producto.
Además, el sabor, la temperatura y el contenido en sodio de estas bebidas las hacen muy apetecibles, lo que aumenta la ingesta total de líquidos. Algunas variedades de bebidas deportivas también contienen proteínas, vitaminas y minerales.
¿Cuándo son necesarias las bebidas deportivas?
Las tres finalidades principales de las bebidas siguen siendo las mismas desde su introducción:
– Prevenir la deshidratación del organismo;
– reponer los electrolitos perdidos a través del sudor;
– aportar hidratos de carbono.