Los pescadores de Fukushima han presentado una denuncia contra el vertido de agua de la central nuclear al mar. A pesar de la aprobación oficial, la decisión ha repercutido en el comercio marítimo japonés, lo que ha llevado al gobierno a aumentar sus ayudas a la pesca.
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Alrededor de un centenar de pescadores y residentes de la prefectura de Fukushima (noreste de Japón) presentarán esta semana una denuncia contra el gobierno japonés en un intento de detener el vertido al mar del agua procedente del accidente de la central nuclear de Fukushima Daiichi. La denuncia se presentará el viernes ante el Tribunal de Distrito de Fukushima, según declaró el lunes a la AFP Sugie Tanji, miembro del grupo que impulsa la acción.
El vertido de agua de Fukushima al mar ha sido aprobado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica.
La decisión del Gobierno es «una mala política porque ignora la oposición no sólo de la cooperativa de pescadores de Fukushima, sino también de las cooperativas de todo el país», afirmó. «El vertido en el océano no puede tolerarse nunca porque agrava el sufrimiento de las víctimas del accidente nuclear» de Fukushima en 2011 tras un gigantesco tsunami, añadió Tanji.
Muchos pescadores japoneses temían las consecuencias del vertido de agua de Fukushima al océano Pacífico, procedente de las aguas pluviales y subterráneas y de las inyecciones necesarias para refrigerar sus reactores gravemente dañados en 2011. Sus temores ya se han hecho realidad: en cuanto comenzó el vertido, a finales de agosto, China y Hong Kong suspendieron todas las importaciones de productos del mar japoneses, a pesar de que estos dos mercados representaron en conjunto el 42{0a3ef2ec5971b91687e599f4136cbab7406151479c3fb8e9cd194abb6479927c} de las exportaciones de productos del mar de Japón en 2022. Tokio ha pedido a China que levante estas restricciones comerciales, argumentando que la eliminación en el mar ha sido validada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y que se han tomado garantías para asegurar que el proceso es seguro para el medio ambiente y la salud humana.
