¿Cuál es la forma correcta de consumirlas?
Las bebidas deportivas no deben consumirse innecesariamente ni en grandes cantidades. He aquí algunas pautas básicas para incorporarlas a la dieta.
– Asegurar una correcta prehidratación antes del entrenamiento. Se recomienda que un atleta consuma 57 ml de líquido por kg de peso corporal al menos cuatro horas antes del entrenamiento.
– Si es necesario, se puede ingerir una pequeña porción de un producto que contenga sodio un par de horas antes del entrenamiento para corregir los desequilibrios electrolíticos.
– Durante un entrenamiento de aproximadamente una hora, es aceptable consumir una bebida deportiva para cubrir las necesidades de hidratación, electrolitos y carbohidratos.
– En el caso del ejercicio de resistencia, se recomienda obtener carbohidratos adicionales en forma de alimentos o bebidas deportivas.
– Las personas que entrenan en ambientes calurosos y húmedos o que sudan profusamente pueden beneficiarse del consumo de una solución de carbohidratos y electrolitos durante breves periodos de esfuerzo.
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La cantidad de hidratos de carbono necesaria para mantener los niveles de glucosa en sangre durante un ejercicio prolongado suele ser de 30 a 60 g por hora. Para obtener esta cantidad de una bebida deportiva, es necesario consumir entre dos y cuatro vasos de dicho líquido.
Además de las bebidas, las necesidades de hidratos de carbono y electrolitos pueden cubrirse con barritas o geles energéticos. La clave está en desarrollar una estrategia de reposición de líquidos que satisfaga las necesidades de cada individuo durante el ejercicio.
¿Es importante el color de la bebida?
Por supuesto, el aspecto, el color de la bebida no es el criterio principal para elegirla. Pero, como ha demostrado un estudio, sí importa: una bebida rosa puede aumentar el rendimiento del ejercicio en un 4,4{0a3ef2ec5971b91687e599f4136cbab7406151479c3fb8e9cd194abb6479927c} y potenciar el efecto «sentirse bien» que hace que el esfuerzo parezca más fácil.
Los participantes en el estudio, hombres y mujeres de entre 27 y 33 años, corrieron en una cinta durante 30 minutos a la velocidad que eligieron. Como resultado, corrieron una media de 212 metros más. Resultó que el color de una bebida deportiva puede aumentar la sensación de frescor y alerta.
La razón se explica por el hecho de que la combinación del arte de la gastronomía con la eficacia nutricional no sólo puede mejorar la percepción del dulzor, sino también aumentar la sensación de placer, la velocidad de carrera y la distancia recorrida.