Más ayuda para los pescadores
El agua de Fukushima ha sido descontaminada previamente de la mayoría de sus sustancias radiactivas, a excepción del tritio, que sólo es nocivo en altas dosis concentradas, según los expertos. Esta agua tritiada se diluye después con agua de mar antes de verterse al océano, para que su nivel de radiactividad no supere el techo fijado de 1.500 becquerelios/litro: un nivel 40 veces inferior a la norma japonesa para este tipo de operaciones, que también practica habitualmente la industria nuclear en todo el mundo. En total, Japón tiene previsto verter al mar más de 1,3 millones de m3 de agua tritiada procedente de Fukushima, y hacerlo de forma extremadamente gradual: hasta principios de la década de 2050, según el calendario actual.
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El lunes por la noche, el Primer Ministro japonés, Fumio Kishida, anunció un aumento de las ayudas públicas para ayudar a los pescadores japoneses a hacer frente a la crisis. La ayuda total ascenderá a más de 100.000 millones de yenes (630 millones de euros), frente a la cifra anterior de 80.000 millones. Este esfuerzo refleja la «determinación» del Gobierno de «proteger» la industria pesquera, afirmó Kishida. El negocio «es bastante difícil» en estos momentos, declaró este fin de semana a la AFP Yoshinobu Yoshihashi, mayorista de marisco de Tokio. Sus envíos a otros países asiáticos de productos como ostras, erizos de mar y alfonsino han caído «más de la mitad» desde que comenzó la crisis, añadió.