3. Esté atento a las fluctuaciones de la autoestima
Es una especie de sistema inmunológico psicológico que nos protege del dolor interior y refuerza nuestra resistencia emocional. Por eso es tan importante vigilar cuidadosamente la autoestima y tratar de no hacerse daño, sobre todo si ya se está sufriendo.
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Una forma de «curar» la autoestima rota es practicar la autocompasión. Cuando empieces a criticarte, haz un sencillo ejercicio. Imagina que tu amigo está pasando por los mismos problemas y escríbele una carta con palabras de simpatía y apoyo. Luego lee ese mensaje. Éstas son el tipo de palabras que deberías decirte a ti mismo.
4- Distráete de los pensamientos negativos
Cuando repites en tu cabeza sucesos que no son los más agradables sin ningún propósito, como aprender algo nuevo o intentar resolver un problema, rápidamente se convierte en un hábito. Y a su vez puede provocar profundos traumas psicológicos.
La mejor forma de interrumpir este tipo de pensamiento es distraerse con una tarea que requiera la máxima concentración. Por ejemplo, resolver un Sudoku. Dos minutos de cambiar a una nueva tarea y ya no querrás volver tanto a la negatividad.
5. Encuentra sentido a las pérdidas
Las pérdidas forman parte de la vida. Sin embargo, pueden dejar cicatrices e impedirnos avanzar si no curamos las heridas emocionales que vienen con ellas.
Si ha pasado mucho tiempo y todavía no puedes recuperarte de una pérdida, tienes que verlo de otra manera. Lo más importante que puedes hacer para aliviar el dolor y emprender el camino de la curación es encontrar un sentido y un propósito a tu pérdida. Es difícil, pero piense en lo que ha ganado con el suceso.
Por ejemplo, has perdido tu trabajo. Pero ahora tienes la oportunidad de reconsiderar lo que realmente quieres hacer. Piensa en cómo puedes empezar a disfrutar de la vida de nuevo y qué cambios te permitirán vivir de acuerdo con tus valores.