4. No escondas tus hallazgos
¿Dónde encuentras las cosas que te inspiran? ¿Con qué te llenas la cabeza? ¿Qué lees? ¿Qué páginas web visitas? ¿Qué música escuchas? ¿Qué obras de arte adoras? ¿De quién tomas prestadas las ideas? ¿Tiene ídolos? ¿A quién sigue en Internet? ¿Quiénes son tus modelos en tu campo?
Publicidad
Merece la pena compartir tus fuentes de inspiración porque ayudan a la gente a entender quién eres y qué haces, a veces incluso mejor que tu propio trabajo.
5. Calla y escucha
Si quieres tener admiradores, ante todo debes serlo tú mismo. Si quieres ser aceptado por una comunidad, tú mismo debes ser un miembro digno de esa comunidad. Hablar sólo de uno mismo en Internet es un error. Tienes que ser una conexión.
El escritor Blake Butler lo llama «ser un nodo abierto de la web». Si quieres recibir, tienes que dar. Si quieres que te reconozcan, reconócete a ti mismo. Calla y escucha. Sé atento. Muestra participación. No te conviertas en un anuncio ambulante. Sé un nodo abierto en la red.
6. Reunirse cara a cara
Conocer gente por Internet está muy bien, pero hacerse amigos en la vida real es aún mejor. Si hace tiempo que eres amigo de alguien en Internet y vivís en la misma ciudad, invítale a tomar un café. Incluso puedes invitarles a comer. Si estás de viaje, avisa a tus amigos online de que vas a pasar por su ciudad. Queda con ellos.
7. Aprende a recibir un puñetazo
Cuando muestras tu trabajo al mundo, tienes que estar preparado para «lo bueno, lo malo y lo feo». Cuanta más gente vea tu trabajo, más críticas te lloverán. No pierdas el equilibrio. Recuerda que tu trabajo es lo que haces, no lo que eres. Mantente cerca de la familia, los amigos y quienes te quieren por lo que eres, no sólo por tu trabajo.